Hace algunas semanas, como el consejo de Vida 180 examinamos seriamente quiénes somos, qué hacemos y por qué lo hacemos, re-definiendo nuestro propósito, nuestra misión y nuestra visión:

Nuestro propósito: rescatar niños, formar líderes

Nuestra visión: proveer un hogar y habilidades de liderazgo a todos los niños sin hogar en nuestro país

Nuestra misión: rescatar, restaurar y equipar a los niños sin hogar

Esto afecta cada decisión que se toma en Vida 180, desde las grandes hasta las pequeñas y aparentemente insignificantes acciones de nuestro día a día. Por ejemplo, cuando nuestro niño más pequeño, J de dos años, tiene el pañal sucio, no solo lo cambiaremos, desecharemos y hablaremos de manera superficial mientras tanto. Al contrario, le recordaremos que Dios lo hizo formidable y maravilloso en su propia imagen, y que justo como lo estamos limpiando, ha sido limpiado por la sangre de Jesu Cristo y que él, algún día, hará grandes obras en el nombre del Señor. Luego, le enseñaremos a cuidar de sí mismo, motivándolo a recoger su pañal sucio y disponer del mismo de manera adecuada, aprendiendo a ser un líder desde pequeño. Nuestros adolescentes de 16 y 17 años están aprendiendo a asumir responsabilidades desde sus trabajos de medio tiempo, campamentos de jóvenes y puestos de formación en la iglesia. Cada mes, en vez de realizar sus depósitos desde nuestras oficinas, realizamos una visita con nuestros jóvenes aprendices al banco, donde cada uno de ellos aprende y deposita sus ganancias a su propia cuenta de ahorros. ¡Formar líderes es prepararlos de manera práctica para la vida! Cuando nuestro propósito es la formación de líderes, nuestro éxito no se define por el hecho de haber rescatado a los niños de un entorno vulnerable, haberles dado la bienvenida a nuestro hogar limpio y a nuestra escuela privada. Éstas son meramente las semillas y veremos el éxito, con el favor de Dios, en 5–6 años, cuando nuestros niños asumirán posiciones de liderazgo. ¡Los frutos de nuestra labor serán cuando ellos crezcan y empiecen a servir su comunidad como emprendedores, líderes religiosos, parejas, padres y madres como una generación que rompió el ciclo vicioso!