El daño de la pobreza y el conflicto siempre afecta más fuerte a los niños, el futuro de cualquier comunidad. En Chihuahua, miles de familias han sido desgarradas, miles de hogares han sido destruidos y miles de niños están creciendo en condiciones indignas. Como una organización impulsada por visión, inversión, dirección y amor, nuestro objetivo es impactar positivamente en el futuro al formar una generación de líderes.

Cuando nos percatamos de un niño necesitado, analizamos su situación específica: mientras que cada niño merece una educación de calidad y un hogar amoroso, no podemos aceptarlos todos. “¿Es este niño necesitado?” es una pregunta difícil de responder. Cuando abrimos nuestro hogar y nuestros corazones a los más necesitados de los necesitados, rompemos un ciclo vicioso: cada niño acogido es un niño que posiblemente crecería analfabeto, empobrecido y sin una comunidad piadosa, sin embargo, ahora está encaminado a convertirse en uno de los líderes de Chihuahua. Una vez que la admisión del niño ha sido aprobada por nuestro equipo, nos enfocamos en tres áreas para atender todas las necesidades del niño:

  1. Rescatamos– el primer paso hacia un cambio positivo duradero consiste en alejar al niño de su ambiente traumático y admitirlo a nuestro hogar en Santa Lucía. En su ingreso, cada niño recibe ropa limpia y su propia cama. Un médico realiza una revisión completa y nuestros maestros evalúan el conocimiento académico del niño. Luego, el nuevo miembro de nuestra familia es situado en un grupo escolar adecuado y empezamos con el trabajo más importante.
  2. Restauramos– en nuestro hogar amoroso y afectuoso en Santa Lucía, nuestros niños encuentran una familia que satisface sus necesidades básicas, un sistema escolar privado que facilita mucho más que conocimiento académico y un ambiente seguro para crecer, jugar y ser niños. Gracias a la dedicación de nuestro equipo, verdaderos ejemplos a seguir, superamos juntos las experiencias traumáticas de cada niño, aprendemos a mirar hacia adelante y enfocarnos en un futuro brillante.
  3. Equipamos– instrucción especial de los valores morales, práctica de fútbol, clases de Inglés, lecciones de tejido, música o danza y una granja con animales domésticos son solo algunas de las experiencias de aprendizaje de las que disfrutan nuestros niños. Gracias a un pequeño ejército de voluntarios y organizaciones, nuestros niños reciben las herramientas necesarias para crecer y ser ciudadanos responsables, piadosos y productivos a través de una educación práctica única.

Cada día en Vida 180, cada hora ofrecida por un voluntario y cada peso contribuido marca una diferencia en las vidas de los más vulnerables. ¡Gracias por formar parte de esta gran misión!